Compartiendo lecturas: La Letra Escarlata, por Wendy García Jiménez

Es una novela de ficción histórica del escritor estadounidense Nathaniel Hawthorne, publicada en 1850, considerada la mejor novela norteamericana del siglo XIX.

En la puritana Nueva Inglaterra, Hester Prynne es condenada a la humillación popular, debido a que ha dado a luz una niña, sin que se sepa quién es el padre. Hester es sentenciada a permanecer de pie durante tres horas ante el pueblo y llevar por el resto de sus días una  “A” (de adúltera) en el pecho, como señal de su pecado. Hester resiste, pese a la vergüenza, la insoportable situación; sin embargo, entre la multitud puede ver a un hombre vestido de una extraña mezcla entre nativa y civilizada, de baja estatura y una ligera deformidad, y reconoce en él a su marido.

El hombre pregunta el porqué de la condena y le explican que Hester es esposa de un sabio inglés que decidió vivir en América, mandándola a ella primero, pero han pasado dos años y el retraso del marido la ha dejado caer en tentaciones. Entonces el esposo de Hester se hace pasar por el médico Roger Chillingworth. Habla con Hester, y dado que insiste en no decir el nombre de su amante, le promete venganza y la obliga a callar su verdadera identidad.

Tras salir de la cárcel, Hester vive con su hija Pearl a las afueras del pueblo, sobreviviendo como costurera. Al paso del tiempo, el estigma de Hester se extiende a Pearl, quien se vuelve rebelde, por lo que los hombres de la iglesia suponen que sería mejor separarla de su madre. Hester trata de convencer al gobernador de que no le quiten a Pearl, y aprovecha la presencia del reverendo Dimmesdale para pedirle que interceda, lo que éste hace logrando convencer al gobernador.

El reverendo Dimmesdale pierde la salud, por lo que es atendido por Roger Chillingworth. El médico sospecha que él es el padre de Pearl, y descubre que su enfermedad se debe a la culpa, por lo que ejerce presión psicológica sobre él. Hester se da cuenta de su debilidad y lo insta a irse del pueblo juntos. El reverendo mejora, pero después de un inspirado sermón, sube al mismo lugar donde Hester fuera condenada y confiesa su pecado, muriendo luego en sus brazos.

La obra ha sido adaptada al cine, teatro, televisión, manga y obras musicales.

Una lectura muy recomendable.